CAGE - HELL DESTROYER (review)
Cuando escuché por primera vez este disco no pude evitar sentir nostalgia de aquellas bandas que hacían verdadero Heavy Metal sin poses ni mamadas.
Recordar los años de la escuela cuando era cool juntarse con los rockers, ser los malos y admirados a ritmo de Iron Maiden, Judas Priest, Helloween, Savatage, Queensryche y Manowar.
Hacía mucho tiempo que no escuchaba tanto poder en una banda, esa calidad que puede transmitir un grupo de cinco tipos que hacen lo que les gusta y lo hacen bien.
Cage probablemente es de las pocas (muy pocas) bandas que cuentan con esa esencia y ese calibre que hace retumbar tus bocinas e imaginarte en escena tocando una air guitar.
Hell Destroyer esta obligado a convertirse en una pieza obligatoria en toda colección de cualquier verdadero metalhead.
La experiencia y la evolución se nota en la banda logrando su mejor disco.
El primer track es el que le da nombre al disco y a mi humilde gusto es la mejor del grupo de San Diego.
Es imposible no relacionar la influencia que tiene Rob Halford en Sean Peck pero lo hace muy a su estilo que hace de Cage algo original sin salirse del género.
El doble bombo es un común en el sonido de la banda y junto al potente bajo hace sonar impecable canciones como Rise of the Beast, Legion of Demons y Metal Devil.
La introducción acústica de Beyond the Apocalypse, el riff principal con reminiscencias Sabbathianas y ese sonido que le imprimen Anthony Wayne y Dave García a las guitarras te hacen mover la cabeza en todo momento para terminar con los puños en alto extendiendo los dedos indice y meñique.
En la letra de Eye For An Eye (no se si es correcto el nombre ya que el arte del booklet dice “Fire an Metal” pero el track tiene el nombre mencionado) me recordó un poco a lo que hacía Megadeth al tratar los temas de la guerra, soldados, destrucción, muerte y sus consecuencias e incluso hay alguna mención por ahí que dice “Blast them down as the run victimized by a treason Megadeth by Megatons…”.
Uno de los bonus tracks es King Diamond (habrán dos bonus para Europa según parece), que sin duda alguna es un homenaje a otro grande que no es necesario nombrar por obviedad.
Este tributo es también una marcha de guerra que busca recuperar el terreno que le corresponde al metal.
No hay baladas, no hay poses, no hay perdón.
Puro metal, puro poder.
Como dato extra, pero muy importante, cabe destacar el arte del booklet el cual no fue concebido como un catálogo de egocentrismo lleno de fotos de la banda en diferentes poses como otros artistas, sino como una pieza más de la obra de arte que es Hell Destroyer.
Dibujos a manera de comic (a la McFarlane) a cargo de Forrest Butler que le dan un toque mas al concepto del disco.
Si tuviera que calificar este disco como si fuera maestro de la School of Rock, le pondría 9.5 en lugar de 10 para que sigan esforzándose y no le echen la hueva, ya que de continuar con discos como este, Cage podría llegar a ser una leyenda.
Solo el tiempo lo dirá….
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Gratz