Crónicas Marcianas: Billy Idol y su cuna del amor



Cuando tenía siete u ocho años, salió un disco que rockeó al mundo de una manera espectacular. Vital Idol de Billy Idol el cual tenía temas tan fabulosos como Dancing with myself, White wedding, Flesh for fantasy, Mony mony y Hot in the city que llegaron a los primeros lugares de Billboard. ¡Wow! ¡El disco contenía siete temas y cinco de ellos fueron radiables!

Pero para entonces Billy no estaba entre mis favoritos, mi mundo para esa época probablemente giraba al rededor de los Beatles, MicroChips, Wham!, Duran Duran y Hombres G. Aún así el rock era algo que flotaba en el aire de mi vida, pues desde que nací se escuchaba esa música en casa.



Al año siguiente vino el disco Whiplash Smile con la rolita Sweet Sixteen. Una canción con un toque de Johnny Cash, Dylan, Tom Petty y ese algo que me movió que no podía identificar.
Por esos años, los hermanos de mis amigos eran como el canal alternativo de la radio o lo que se escuchaba en casa, por lo que el punk rock comenzó a moverme a ritmo de The Clash, y por influencia de mi hermana, estaba más metido en Caifanes, Fobia, Soda Stereo, Radio Futura, todo eso de Rock En Tu Idioma y por supuesto: Timbiriche.



Cumplí 10 años y vino el disco de éxitos en el que anunciaban la ruptura de la dupla Billy Idol/Steve Stevens. Ahí escuché por primera vez Rebel Yell. ¡Boom! Un madrazo para mi cabeza. Algo que te hacía brincar.
M.C. Hammer, Paula Abdul y Rick Astley eran los reyes de la radio y no había manera de escuchar este material, pero gracias al cielo, vino MVS Multivisión y con ello MTV. ¡Yo me sentía todo un punk rocker cuando brincaba al escuchar a Dead Kennedys o Black Flag! jajaja...
Mis papás entre 1982 y 1989 coleccionaron los discos "Llena tu cabeza de rock" y en alguna que otra edición se podía conseguir alguna rola de Billy para colocarla en el tocadiscos.

Pero cuando me convertí en fan y quise realmente meterme más al rock y querer tocar esa música fue a los 12 años. Guns n' Roses eran mis más grandes héroes. Appetite for Destruction era mi deseo cada que veía el disco en Sonido Zorba de Plaza Satélite y Slash fue ese detonante durante el estreno de You could be mine previo al lanzamiento de Use Your Illusion.
Es justo en esa época cuando salió Charmed Life ya sin Steve Stevens en la guitarra para acompañar a Billy Idol y del cual se desprendió el sencillo Cradle of Love.
¡Que buena rola! !Que buen video! Nada mejor que eso.

Diferente a esos viejos videos cyberpunk como Dancing with myself de 1986, el sonido, la actitud... me envolvió.
Puedo decir que esta rola forma parte del soundtrack de mi vida. Que llegó justo en un momento en el que muchos géneros me abrieron el panorama y conocí tanta música de Bryan Adams y Journey a Public Enemy y Ice T, de Poison a Marky Mark, de En Vogue a Motley Crue, de Metallica y Sepultura a Ramones y Hanoi Rocks. El torrente musical era enorme en esa época.

¿Y Steve Stevens? Regresó a tocar con Billy hasta 2001 en el magnifico acústico VH1 Storytellers.

Este, bandita, es el video que me hacía subir el volumen en aquel lejano 1990. ¡Pónganle play y súbanle!





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